Nueva pirámide alimentaria

Desde el GREP-AEDN (Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas) se han propuesto algunos cambios en la pirámide alimentaria.  

Los cambios más relevantes son:

– La introducción de las frutas, hortalizas y verduras en la base de la pirámide, que hasta ahora estaba ocupada por los cereales y derivados (arroz, pan, pastas),  y los tubérculos, como la patata…

– En el segundo escalón están los cereales. Se promueve el consumo de los cereales integrales. Se aconseja disminuir el consumo de grasas trans y saturadas y aumentar el consumo de cereales integrales y de sus productos derivados.

– Las legumbres mejoran su posición al colocarlas al mismo nivel que los cereales, ya que los dos grupos aportan abundantes hidratos de carbono, que son los nutrientes que el cuerpo necesita en mayor cantidad. Contienen abundantes proteínas vegetales y ausencia de colesterol y grasas saturadas por lo que son vistas como  sustitutos protéicos de las carnes.

– El aceite de oliva y los frutos secos son reconocidos como grasas buenas.

– Leche y derivados. La leche y los derivados lácteos varía, especialmente si es comparada con los quesos (los curados). Otras fuentes de calcio son: las sardinas y los boquerones, las semillas de sésamo, los frutos secos o las verduras de hoja verde.

– Se prescinde de las bebidas alcohólicas, incluido el vino y/o la cerveza, para recomendar el consumo de agua.

– En el vértice de la pirámide se han colocado los dulces y productos similares (bollería, repostería, refrescos, snacks), las salsas y cremas grasas (mantequilla, mayonesa…) por considerarlos innecesarios para una alimentación correcta. Se aconseja un consumo moderado.

El modelo de pirámide que mejor refleja estos cambios es la pirámide NAOS de la AESAN (Agencia Española de Alimentación y Nutrición).

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