Educación para la salud: Tercera sesión (03/03/07)

En esta sesión los cuentos sobre los que hemos trabajado han sido, el número 6 «Guisante se escapa», el número 7 «Acusan a Patata», el número 8 «Patata y Cebolla se hacen amigas» y, por último, el número 9 «El problema de Calabaza».

«Guisante se escapa»:

Guisante quiere decirle a su madre algo importante, pero ella le dice que está ocupada. Está preparando a Guisantito para la siesta. Guisante vuelve a insistir y su madre le dice que venga más tarde.

Guisante se marcha enfadado y piensa que Guisantito es más importante que él y que su madre nunca le hace caso. Por lo que decide escaparse de casa para que le eche de menos. Se marcha a casa de Alubia, sin olvidarse de su pez rojo Samuel, sin el que nunca se iría.

En casa de Alubia cree que le irá mejor porque ella no tiene hermanos ni hermanas. Al principio, le gusta la casa y la madre de Alubia le trata bien y escucha todas sus historias, pero, después, no está a gusto, pues todo lo que había en la casa era más grande que en la suya y no le daban galletas después de cenar. Echaba de menos a sus padres y a su hermano por lo que decide regresar.

Cuando llega, su madre le está esperando, le pregunta dónde ha estado; él le dice que en casa de Alubia y aunque sabe que se ha escapado no le castiga, le dice que la próxima vez le diga dónde está y a qué hora volverá. Guisante asiente, su madre le abraza y le dice lo contenta que está de que haya vuelto.

El tema principal del cuento son los celos.

Los celos no es algo exclusivo de los niños, también se da en los adultos. Los celos son «una reacción emocional que se caracteriza por un sentimiento de envidia y resentimiento hacia la persona que se considera como rival». Es un sentimiento sobre el que se habla poco, porque nos avergüenza y culpabiliza. Pero con nuestros hijos debemos cambiar nuestra actitud, porque no es saludable que tratemos de minimizar u ocultar estos sentimientos cuando los sufren ellos.

El cuento se centra en los celos entre hermanos provocados por la rivalidad para conseguir el cariño y la atención de los padres.

Estos celos se manifiestan por medios de conductas regresivas (volver a hacerse pis en la cama, chuparse el dedo…) y/o conductas agresivas como la terquedad (oponerse sistemáticamente a todo), actitudes de ignorancia de la presencia del otro; otras veces, teniendo comportamientos excesivamente cariñosos (abrazos al hermano o hermana que le llegan a hacer daño) y en ocasiones, agresividad hacia el padre o madre. Con esta agresividad los niños quieren llamar la atención. Hay que hablar con ellos del por qué de su conducta, de cómo se sienten. En estos casos el castigo no es efectivo (reforzaría su idea de ser culpable).

Para minimizar lo más posible los celos ante el nacimiento de un hermano se propone que, sobre todas las cosas, se le facilite hablar con los padres de ello, se le comprenda, apoye y se le desculpabilice. También hay una serie de medidas que pueden tomar los adultos, como intentar que el acontecimiento altere lo menos posible la vida del niño (que no coincida con la incorporación a la escuela o guarderia, cambio de cuarto, etc), no apartarlo de casa en el momento del nacimiento. Lo importante es que participe en el cuidado de su hermano o hermana.

Cuando se manifiesten los celos lo mejor es no censurarle por medio del castigo sus conductas agresivas. La mejor actitud es la de minimizar en lo posible esas conductas y hacer que sienta nuestro cariño, sin escatimar besos y achuchones, estando presente el hermano o hermana menor.

La guía indica dos ideas especialmente efectivas: buscar situaciones en las que el niño o la niña pueda pasárselo bien junto al bebé y la otra idea es hacerle sentir al hermano o hermana mayor «las ventajas» de ser mayor.

Las ideas para el diálogo giran en torno a por qué Guisante piensa que su madre quería más a su hermano que a él; por qué los niños pequeños necesitan tanta atención; si alguna vez se ha sentido menos querido en casa, en el colegio, en la pandilla; qué debió hacer Guisante para que su madre notara que no estaba contento en casa; por qué no está a gusto Guisante en casa de Alubia; qué cosas te gustan de casa y cuales no; qué echas de menos cuando estás fuera de casa; cómo es la familia de Guisante, y de Alubia, y la tuya; y si conoces familias diferentes a la tuya.

«Acusan a Patata»:

Guisante y Alubia están jugando con el balón nuevo de Guisante, en esto que aparecen Pepino y Patata. A Pepino le gusta el balón y le dice a Guisante que mire lo que va a hacer y acto seguido le da una patada, lanzándolo lejos. Guisante comenzó a llorar y Patata que sintió pena dijo que ella iría a por el balón. En ese momento aparece por allí el Señor Coliflor. Pepino, al verlo, salió corriendo. El Señor Coliflor, en tono enfadado, pregunta qué es lo que ocurre. Guisante llora tanto que no contesta, sólo señala hacia Patata que está recogiendo el balón.

El Señor Coliflor le pide a Patata que le entregue el balón, ella se lo da, creyendo que se lo va a agradecer, pero lo que ocurrió fue que el Señor Coliflor le regañó por coger el balón de Guisante. Y, aunque ella quiso explicarle que no había sido ella, el Señor Coliflor no la creyó, la riñó y le dijo que dejara en paz a Guisante.

Así a Patata, que no había hecho nada malo, le acabaron echando la culpa.

La idea principal del cuento es la acusación injusta.

Es una situación muy común en la vida de nuestros hijos e hijas y lo que es importante es ayudarles a expresar lo que sienten cuando son acusados injustamente o cuando son ellos los que acusan a otros injustamente.

Es necesario decirles que todos alguna vez hemos malinterpretado las intenciones de los demás y para que lo entiendan se les puede pedir que recuerden alguna vez en que nosotros les hemos acusado de algo que no han hecho. Tendremos que decirles, por tanto, que los adultos también se equivocan, y resaltar la importancia que tiene el reconocer estos errores ante los demás.

Los adultos, a veces, ponen pegas a pedir disculpas por miedo a perder autoridad, credibilidad, etc, pero lo que en realidad se pierde son oportunidades de ser coherentes y dignos de crédito. Ellos harán lo que nos vean hacer, comprobando que somos capaces de hacer lo que les estamos pidiendo a ellos.

Otro aspecto sobre el que deben los niños y niñas reflexionar es sobre aquellas situaciones en las que son ellos y ellas las que acusan injustamente. Los acusados también tienen sentimientos y sufren.

«La conclusión a la que podemos llegar tras la lectura de este cuento es que hay que tratar de evitar este tipo de errores porque siempre hay una parte que sale perdiendo. Para evitarlos es importante ser muy cautos a la hora de juzgar tanto situaciones como personas y no olvidarnos nunca que a nadie le gusta ser tratado de forma injusta». (Guía para padres y madres).

Las ideas que se proponen para el diálogo son preguntas sobre por qué dice el cuento al final «pobre Patata», sobre si alguna vez te han echado la culpa de algo que no has hecho, de lo que pensaste y cómo te sentiste, de lo que hiciste, de lo que hubiera pasado si el Señor Coliflor hubiera escuchado a Patata, de cómo se hubiera resuelto el problema, de si alguna vez has acusado a alguien injustamente, de lo que hiciste después, de lo que se puede hacer cuando descubrimos que hemos acusado a alguien de algo que no ha hecho.

«Patata y Cebolla se hacen amigas»:

Patata, Cebolla y Tomate están jugando a la rayuela. Tomate se impacienta porque Patata tenía muchos fallos, aunque ella intentaba hacerlo lo mejor posible. Entonces Tomate decide marcharse y se lleva con él a Cebolla para jugar a algo que le divierta.

Patata se queda sola y se pregunta por qué todo le sale mal y nadie quiere jugar con ella. Estaba muy triste, pero se acordó de la poción mágica y recordó lo que dijo Champiñón, que con ella se sentirían mejor y olvidarían sus problemas. Le pareció una buena idea, pero después recordó lo que le ocurrió a Col de Bruselas, cómo la poción le hizo comportarse como una tonta. Por lo que decidió que no la tomaría, que intentaría hacer las cosas mejor.

Al día siguiente, Patata quiso hablar con Tomate y le ofreció prestarle sus tebeos nuevos a condición de que la dejara jugar con él otra vez. En ese momento aparece Cebolla que quiere jugar con ellos, pero como Tomate no quiere tener que compartir los tebeos se lleva a Patata con él y se queda Cebolla sola. Ahora es Cebolla la que está triste y no sabe qué ha hecho mal.

Después se encuentran Patata y Cebolla, Patata la invita a jugar, Cebolla que está enfadada y dolida le contesta mal, pero después le pide perdón y se reconcilian porque las dos reconocen que no se han comportado bien.

El tema que relata el cuento es la exclusión dentro del grupo.

Hay que reflexionar con los niños y niñas sobre lo que sentimos cuando excluimos a alguien y lo que sentimos cuando somos nosotros los excluidos.

Para estas edades su grupo de iguales es fundamental y forma parte de su proceso de socialización. Son dos mundos en los que crecer y que deben armonizar y combinarse para no acabar siendo dos ámbitos opuestos.

La elección de sus amigos puede no coincidir con la de los padres, pero si se insiste en la no conveniencia se conseguirá el efecto contrario. Hay que tener en cuenta el carácter pasajero de estas amistades en estas edades.

«La exclusión es una experiencia común entre los niños y niñas de estas edades y las razones por las cuales esto se produce normalmente son bastante aleatorias.» (Guía para padres y madres).

Las vivencias de exclusión son importantes para ellos, por lo que a nosotros también nos interesan. Ellos se sentirán mejor si pueden compartir estas experiencias con los adultos y estos, a su vez, son receptivos. Lo importante aquí es que ellos adquieran capacidades para enfrentarse a la frustación producida por la exclusión y que también se pongan en el lugar del que es excluido, pensando en lo que él siente en estos casos.

Algo que nos va a ayudar a conocer a nuestros hijos e hijas es verlos en sus relaciones son los demás. En el caso de que el hecho de la exclusión no sea un episodio aislado, sino que es más o menos habitual, debemos analizar las posibles causas y colaborando con la escuela buscar qué medidas tomar para ayudar al niño o niña a superar la situación.

Las ideas para dialogar se centran en preguntar por qué Tomate se enfada con Patata, con quién te sueles enfadar tú y por qué, cómo resuelves los enfados en la escuela, en casa…, por qué Patata y Cebolla se sentían mal, en si alguna vez tus amigos te han dejado fuera del grupo, cómo te sentiste, y si alguna vez su grupo dejó a alguien fuera y cómo cree que se sintió el excluido.

Y, por último:

«El problema de Calabaza»:

Estaban jugando al escondite Calabaza, Zanahoria, Patata y Rábano. Mientras todos los demás encontraban un lugar para esconderse Calabaza, como era demasiado grande no encontraba ninguno apropiado.

Calabaza estaba muy desanimada, se sentía muy desgraciada pensando que todos se reían de ella. Decidió que adelgazaría para poder jugar al escondite. El primer día no comió, pero no adelgazó nada. El siguiente empezó a hacer gimnasia, pero tampoco consiguió adelgazar. Después se puso un cinturón para parecer más esbelta, pero sólo consiguió que sus amigos se rieran más.

Cansada y triste decidió marcharse a un lugar de la huerta donde nadie la viera nunca, pero estaba tan sola que aún se sintió peor.

Entonces se encuentra con Espárrago que le pregunta qué hace por allí y ella le cuenta su historia. Espárrago le cuenta a ella cómo se rien de él por ser delgado y alto. Calabaza le dice que le gusta el físico de Espárrago y a éste le parece fenomenal el físico de Calabaza.

Los dos acaban dándose cuenta de que son diferentes, nada más, y se marchan contentos dispuestos a no hacer caso a los que se ríen de ellos.

Al volver a la huerta se encuentran con Rábano que empieza a meterse con ellos, Calabaza se mete con su nariz lo que provoca risas en los demás y una amonestación de Espárrago por portarse ella así, por lo que pide disculpas a Rábano, quien más tarde fue a mirarse la nariz a un espejo.

El tema de este cuento son las diferencias que hay entre las personas.

Los niños y niñas son los que más pueden sufrir este tipo de discriminación siendo por ello un tema importante para tratar con ellos, tanto si son objeto de las burlas, como si son los burladores o espectadores pasivos.

Hay que ayudarles a ponerse en el lugar del otro. Se puede recordar situaciones parecidas que hayan vivido ellos o gente próxima, para que expresen los sentimientos que surgen en estas situaciones.

Las características que diferencian a un niño y/o niña del grupo pueden representar para él o ella un problema. Todo lo que se sale de lo habitual a los niños y niñas les llama la atención y puede generar comentarios dañinos. Los afectados pueden actuar de formas diferentes: no darse por enterados, reconocer lo que se dice como cierto («sí, soy bajita», «sí llevo gafas»…..), o enfadarse e intentar escapar. Si el niño y/o niña escoge las dos primeras formas, es más seguro que las burlas cesarán, pero si se contesta y enfada los demás seguirán con sus burlas.

Para ayudar a los niños y/o niñas cuando se burlan de ellos lo primero que hay que hacer es reconocer el problema delante del niño y/o niña. Después hay que ayudarle a resolver el problema haciendo que se de cuenta de que todos somos diferentes y que tenemos capacidades diferentes, ni mejores ni peores, sólo distintas.

Lo importante es que se acepte a sí misma porque la idea que tenga de sí mismo determinará la actitud de los demás hacia ella. «Aceptarse significa interiorizar que uno es de una determinada manera físicamente, pero que eso sólo es una característica más y no la más importante. Lo que nos define como personas es nuestro carácter, nuestra manera de relacionarnos con los demás…» (Guía para padres y madres).

Las preguntas para el diálogo tratan sobre las razones por las que se ríen de Calabaza, sobre si es divertido reírse de alguien por ser distinto, sobre si alguna vez se ha reído él/ella o sus amigos y amigas de alguien, de cómo cree que se sintieron los afectados, sobre si en alguna ocasión se han reído de uno, de cómo se ha sentido, sobre en qué es diferente Calabaza de los demás, y sobre cuáles son las diferencias de uno con respecto a sus amigos y amigas.

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